Génesis del método, por su creadora

BAM nació a partir de la necesidad de un grupo de profesionales de trabajar en equipo con el firme objetivo de seguir creciendo y reflexionando sobre el cuerpo y las diferentes circunstancias  que lo afectan. Por eso agradezco a mis compañeras María Mascheroni, Maria Martha Acrogliano y Susana Etchegoyen, personas fundamentales para que BAM haya pasado de ser un anhelo a convertirse en una realidad. Sin ellas este camino hubiese sido imposible.

Como médica de profesión y corazón siempre tengo presente de dónde vengo. Aprendí anatomía desde pequeña, me gradué, transité instituciones públicas y privadas, viajé por el mundo estudiando más desde la observación que desde lo académico, y así llegué a la conclusión de que el cuerpo es nuestra primera casa. El cuerpo lleva impreso nuestra vida, y quizás la forma que adopte tenga que ver con los que nos ha pasado desde que nacemos. La primera anatomía que conocemos quienes estudiamos ciencia es la que nos muestran a través de las disecciones de los cuerpos sin vida. Los médicos aprendemos los recorridos arteriales, venosos, neurológicos y las formas, casi estáticamente. Por suerte, varios autores fueron capaces de ver algo diferente en los cuerpos; entre otros, Françoise Mézières e Ida Rolf postularon a través de sus trabajos que la anatomía viva tiene otra forma, y que sobre esa se debe trabajar. Nuestro cuerpo está en constante cambio y reacciona según nuestra forma de sentir. Desde esta idea, nos metemos en un mundo emocionante donde sin dudas comprendemos que somos algo más que pura anatomía.

>> María Teresa Zalazar

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