BAM es una propuesta de trabajo corporal pedagógico creado por la Dra Teresa Zalazar a partir del estudio del movimiento en el cuerpo humano y de la flexibilidad que el cuerpo obtiene cuando puede moverse libre de las tensiones inconscientes que produce la vida.
Se basa fundamentalmente en movimientos que trabajan sobre la postura y la percepción corporal, reorganizando las diferentes cadenas musculares. Desde los pequeños a los grandes movimientos, todos tienen un registro muchas veces impensado en nuestro esquema corporal.
Cuando el cuerpo se siente pesado, rígido, cansado y cuesta moverlo con facilidad algo sucedió en nuestra forma corporal, algo se conformó diferente. Incluso respirar se puede volver un esfuerzo, porque quizás utilizamos todo el tiempo músculos que no son específicos para la acción que queremos realizar.
Durante las sesiones se aprende a utilizar la musculatura para favorecer el bienestar. Al descubrir nuevas posibilidades de movimiento se aprecia fácilmente que existen músculos de los que no se tiene conciencia ni se sabe cómo moverlos.
Esta técnica habilita a que se realicen nuevas conexiones entre el sistema nervioso y el cuerpo, permitiendo más libertad, y autonomía en el andar, actualizando el esquema corporal y despertando zonas que estaban desactivadas, percibiendo el cuerpo en movimiento y no en un bloque pesado difícil de desplazar.
Dentro de la Biomecánica se trabaja con la geometría, ya que nuestro cuerpo está lleno de diferentes formas, similar a un juego arquitectónico. Dependiendo de cómo movamos el cuerpo, nuestra anatomía viva se siente liviana y etérea o bloqueada y pesada, a tal punto de que cueste desplazarse.
El trabajo tiene como objetivo recuperar la movilidad, la forma, la estructura en eje, jugar con la geometría hasta entender que hay mucho de física en nuestro cuerpo, con el fin de aliviar dolores y recobrar la salud muchas veces perdida.
Volver a la forma y recuperar la flexibilidad devuelve vitalidad, fuerza y ganas de hacer. Cuando esto sucede la respiración se libera y se convierte en un motor de bienestar.
Esta propuesta invita a entender que existen diversos motivos por los cuales cambiamos. Entre ellos nuestras emociones, que moldean y cambian la forma. Y la forma, concebida como estructura, determina la función. Con este conocimiento nos volvemos nuestros propios investigadores y empezamos a comprender que la historia de nuestro cuerpo es nuestra propia historia.